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Gustavo Paz, enviado especial EL LIBERAL
Desde muy temprano, los alrededores del estadio Monumental se tiñeron de celeste y blanco. Camisetas, banderas, caras pintadas y abrazos interminables. La emoción es colectiva, popular, profunda. Más que un partido, es una celebración de amor por un ídolo que cambió la historia del fútbol argentino.
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En medio del fervor, La Percu Argentina , un grupo de hinchas que sigue a la Selección por todo el mundo, puso ritmo y alma a la previa. Los bombos, los redoblante