Se presentó como “el proxeneta y jefe de la casa de servicios de Simple Scorts y encargado de los sicarios de la agencia de chicas”. Le endilgó mil y una deudas sin explicarle las razones, solo por haberle hecho perder tiempo, y durante 29 minutos le lanzó una catarata de amenazas por mensajes, que incluyeron hasta un video de seguimiento y la frase más aterradora: “Me traigo a tu hermana y la pongo a laburar de puta” . No lo dejaron pensar y pagó.
La historia de esta maniobra comenzó con la obtención ilícita de datos personales de la familia de la víctima y de él, una táctica cada vez más frecuente en el entramado de los delitos digitales .
El hombre recibió los mensajes en los que le decían de la nada: “En Argentina, si no quiere que esto pase a problemas personales c