Durante una operación para destruir un laboratorio de cocaína en la vereda Siloé, dos miembros del Ejército Nacional fueron víctimas de un ataque inhumano: civiles, presuntamente presionados por el grupo armado Comandos de la Frontera , los rociaron con una mezcla de gasolina y aceite y les prendieron fuego, causando quemaduras graves.

El subteniente Miguel Ángel Mejía Gutiérrez sufrió quemaduras en el 75 % de su cuerpo , mientras que el soldado profesional Sebastián Díaz Amaya presentó quemaduras en el 30 % de su cuerpo. Ambos están conscientes y estables.

Fue necesario evacuar a los dos militares vía aérea. Díaz Amaya fue trasladado a Bogotá para tratamiento en el Hospital Militar, mientras que Mejía continúa recibiendo atención especializada en Florencia (Caquetá).

El gen

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