La ceramista envió los telegramas de despidos alegando caída de ventas por importaciones y falta de materia prima. Los empleados denuncian que recientemente hubo inversiones en maquinaria. El Ministerio de Trabajo dictó conciliación obligatoria.
La planta Cerámicas Ilva de Pilar anunció el cese de actividades y envió telegramas de despido que, de concretarse en su totalidad, afectarían a unos 300 trabajadores. Afuera, junto al portón con candado, el personal mantiene un acampe que ya es vigilia y denuncia el pago fraccionado del aguinaldo en tres cuotas. El sindicato ceramista califica la situación como un lockout patronal y reclama la inmediata reincorporación de los despedidos.
“Soy trabajador de acá hace diecisiete años y nunca habíamos llegado a esta situación desesperante. Quier