Mientras el sudor corría por su rostro, una sonrisa se le escapó a Tadu Abate Deme. El corredor etíope soltó un suspiro al aire, dejándose llevar por la emoción que le provocó su hazaña: La edición XLII de la Maratón de la Ciudad de México era suya.
Antes de que el sol se levantara por completo, las calles capitalinas se pintaron de morado, con 30 mil corredores que madrugaron para completar los 42 kilómetros y 195 metros que van desde Ciudad Universitaria hasta el Zócalo, escribiendo historia en uno de los eventos deportivos más importantes de América Latina.
Etiopía se apropió de la Ciudad de México. Escenario que se repitió en la rama femenina, luego de que Bekelech Gudeta se convirtiera en la primera en cruzar la línea de meta.
En la categoría masculina, Tadu Abate conquistó la vict