La tensión se podrá cortar hoy con un cuchillo en el Tribunal Supremo. Moncloa espera un ambiente «polarizado», según fuentes gubernamentales, propiciado por «la derecha». El Rey Felipe VI preside la apertura solemne del curso judicial y el lío institucional no puede ser mayor.

Buena parte de la judicatura está escandalizada por la presencia del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, quien se sentará en los próximos meses en el banquillo de los acusados por un supuesto delito de revelación de secretos en el caso de evasión fiscal que afecta a la pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. El líder del PP es el gran ausente.

Quiere dejar constancia de que no quiere ver a García Ortiz pululando por Salesas y, por eso, decidió en julio que acompañaría a Ayuso a un mitin.

See Full Page