Con Francisco Carballo Rodríguez, Paco, que hoy recibirá cristiana sepultura en el cementerio del Puerto de la Cruz, mantuvimos, desde que jugáramos juntos en el Infantil Peñón, una relación amistosa y cordial, con sus vaivenes pero sin desavanencias graves, registrados durante la etapa en que ejercimos como concejales. Curiosamente, con el paso del tiempo la amistad se acentuó hasta el punto de que fue votante de nuestra opción política en una de las convocatorias en que fuimos candidatos a la alcaldía portuense.
De Paco recordamos también su paso por los desaparecidos colegios San Agustín y Gran Poder de Dios. Desde su juventud era sensible con el hecho deportivo y con la realidad social del municipio portuense. Después de la Constitución de 1978, cuando los españoles acudieron a las ur