WELLINGTON, Nueva Zelanda (AP) — Ned es un caracol de lo más agradable. Si tuviera un perfil de citas, podría poner: buen oyente, hogar estable, le gusta el brócoli, busca el amor.
Pero ya ha agotado sus opciones a nivel local y no es porque sea exigente o poco atractivo. Es un caracol de jardín normal con un problema anatómico poco común que está arruinando su vida amorosa.
La concha de Ned se enrolla hacia la izquierda, en lugar de hacia la derecha, lo que lo convierte en uno de los 40.000 caracoles cuyos órganos sexuales no se alinean con los del resto de su especie. A menos que encuentre otro caracol zurdo, el joven gasterópodo enfrenta una vida de celibato involuntario.
Esa perspectiva desalentadora llevó a una amante de la naturaleza de Nueva Zelanda, que se encontró al caracol en