La noche del 4 de septiembre, el estadio Monumental se llenó de fiesta y emoción en una jornada que quedará grabada en la memoria de los argentinos. La Selección, ya clasificada al próximo Mundial, enfrentó a Venezuela en lo que se anticipaba como la última presentación de Lionel Messi en el país por Eliminatorias. El capitán no defraudó: convirtió dos goles y fue la figura en la victoria 3-0, un resultado que, entre tanta emoción, quedó en segundo plano.
Desde el pitazo inicial, el equipo argentino impuso su ritmo. Franco Mastantuono, que se estrenó como titular, se entendió de maravilla con sus compañeros. A los 3 minutos, la primera clara fue de Julián Álvarez, quien le quemó las manos al arquero Romo. Luego, a los 21, Tagliafico también exigió una respuesta del portero venezolano. La