Dirigida por Mike Flanagan, La vida de Chuck –adaptación de una historia corta de Stephen King– se nos cuenta en tres actos, pero en orden inverso: primero el 3er acto y al final el 1º, para concluir. Claro, eso está lejos de cualquier estructura normal, pero a fin de cuentas la apuesta amarra con sentido. El 3er acto se titula Gracias Chuck y lo seguimos principalmente a través de Marty (Chiwetel Ejiofor), un profesor de secundaria. En una pequeña ciudad estadounidense –igual que a lo largo de todo el país y el planeta– diversas alteraciones naturales, cada vez más graves, sugieren el inminente fin del mundo.

Las noticias dan cuenta de catástrofes como desprendimientos continentales, terremotos, inundaciones, incendios, con el desplome total de la internet como colofón del fin ab

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