SANTIAGO (AP) — El club argentino Independiente quedó descalificado de la Copa Sudamericana el jueves, cuando la Conmebol anunció las sanciones a raíz de los graves disturbios ocurridos el 20 de agosto en la localidad de Avellaneda durante el partido de vuelta de los octavos de final ante la Universidad de Chile.

Los hechos de violencia dejaron más de un centenar de detenidos y una veintena de heridos.

En un duro fallo contra el conjunto argentino, el máximo organismo del fútbol sudamericano determinó que el Independiente, anfitrión del cotejo, queda eliminado del torneo. En contraste, la U. de Chile avanzó a los cuartos de final del certamen continental —aunque no sin sanciones.

La Conmebol resolvió “descalificar al Club Atlético Independiente de la presente edición de la Conmebol Sudamericana 2025, sin exclusión de futuras competiciones”, señaló la entidad en su fallo. El Rojo argentino deberá además pagar una multa de 250.000 dólares, así como jugar a puertas cerradas sus próximos siete compromisos en la condición de local.

Tampoco podrá contar con presencia de sus aficionados en sus siete siguientes partidos de visitante.

La decisión del órgano rector del fútbol sudamericano se produce casi dos semanas después de los violentos enfrentamientos, que figuraron entre los más intensos de la historia reciente del fútbol latinoamericano.

Según el informe del ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, donde se encuentra Avellaneda, algunos de los cerca de 4.000 hinchas de la U de Chile que fueron ubicados en una tribuna superior del estadio Libertadores de América rompieron baños, locales de venta de comida rápida y butacas. Apenas inició el partido, arrojaron objetos a los fanáticos locales que estaban en la parte inferior del inmueble.

Luego, decenas de barrabravas de Independiente vulneraron los accesos a la tribuna visitante y agredieron a quienes estaban ahí. No había policías ni seguridad privada en ese sector.

Dos chilenos se lanzaron de la tribuna al vacío para escapar de los agresores. Otros quedaron tendidos, inconscientes y ensangrentados.

Todos los lesionados recibieron ya el alta hospitalaria.

En los días anteriores a los enfrentamientos, Independiente había señalado que la responsabilidad principal de éstos recaía en los aficionados chilenos, por iniciar la reyerta.

Pero el fallo coloca a la U de Chile en los cuartos de final del torneo, si bien el club visitante no se quedó exento de sanciones. Deberá cumplir el mismo castigo que Independiente respecto a la presencia de público y desembolsar 270.000 dólares de multa.

Ambos equipos igualmente quedan obligados de exhibir un cartel con la frase “BASTA DE RACISMO, DISCRIMINACIÓN Y VIOLENCIA” en el inicio de su siguiente partido en la condición de local y publicar en sus redes sociales oficiales una campaña comunicacional con la misma frase durante los tres días previos a su próximo compromiso.