No hay rey sin corona. Luis Díaz lo sabe. Por eso, después de que James Rodríguez anotó el primer gol de la victoria de Colombia contra Bolivia, Luis Díaz lo coronó —con una aureola imaginaria— en una esquina del estadio Metropolitano de Barranquilla.

Hizo la seña en el aire, igual que en la Copa América, donde James David volvió a ser rey después de casi haber tocado fondo en una carrera que pintaba para que se mantuviera en la élite del balompié internacional durante mucho tiempo, pero que terminó relegándolo al banco de suplentes en varios equipos: algunos importantes de Europa y América, otros no tanto.

Díaz, confeso admirador del capitán de la Selección Colombia —a quien veía por televisión desde 2011, cuando debutó con el equipo nacional de mayores contra Bolivia en La Pa

See Full Page