El insomnio le salió caro a un ciclista fronterense que, en lugar de estar en cama viendo la novela de las once, decidió pedalear por la avenida Lázaro Cárdenas, donde terminó con la cara estampada en el pavimento gracias a una alcantarilla abierta que parecía más trampa de caricatura que infraestructura urbana.
La víctima fue identificada como Juan César Alvarado , de 55 años y vecino de la colonia La Sierra en Ciudad Frontera, quien relató que poco antes de la medianoche avanzaba con rumbo tranquilo, hasta que la llanta delantera de su bicicleta cayó directo en el hueco metálico como si alguien hubiera puesto una trampa de oso en plena vía.
El impacto lo catapultó hacia adelante, dejándolo volando unos segundos para aterrizar con la cara como escudo. La bicicleta quedó hecha nudo