En el casco histórico de Viveiro se encuentran los dos enclaves religiosos más conocidos de la villa: el Convento de las Concepcionistas y la Gruta de Lourdes .
Fundado en el siglo XVII por María de las Alas Pumariño , el convento se erige como uno de los grandes tesoros patrimoniales del pueblo, mientras que la gruta, levantada en 1925, se ha convertido en un espacio de veneración muy arraigado entre los vecinos.
El monasterio , concluido en 1725 y regido por religiosas de clausura de la Orden de la Inmaculada Concepción , fue concebido en estilo barroco , lo que le confiere un contraste único con el ábside románico de la iglesia de Santa María del Campo , situada justo enfrente.
Su portada y portalón de acceso son elementos destacados, y en su interior sobresale un