Prometía ser una noche de muchas emociones para Leo Messi. Así fue. El futbolista de 38 años jugaba en el Argentina-Venezuela su último partido oficial como local y los sentimientos empezaron a aflorar incluso antes de que el astro saltara al terreno de juego, con un Monumental inundado de camisetas y pancartas del '10' albiceleste.
Tras el calentamiento, Messi salió al partido acompañado por sus tres hijos. Era un partido especial. En los minutos previos al inicio, las cámaras captaron al argentino visiblemente emocionado, incluso con lagrimillas en los ojos.
Durante el partido, Messi hizo de las suyas. Tanto que se marchó marcando dos de los tres goles con los que Argentina se impuso a la selección venezolana. Y la emoción continuó después, con una albiceleste y un Monumental completam