El invierno de 2025 quedará grabado en la memoria del campo bonaerense como una de las temporadas más difíciles de los últimos años. Desde julio, las lluvias castigaron al centro-oeste de la provincia de Buenos Aires, dejando acumulados que en muchos casos superaron los 400 milímetros en apenas dos meses. En distritos como 9 de Julio, Carlos Casares, Bolívar y Guaminí, los productores enfrentaron jornadas de lluvias incesantes que transformaron los lotes en verdaderas lagunas.
Los caminos rurales se volvieron intransitables y las cosechas quedaron truncas, con maíces y sojas que no pudieron recolectarse. A esto se sumó la imposibilidad de iniciar la campaña de trigo en buena parte de la región, lo que compromete el futuro inmediato de la producción.
Las imágenes que circularon en rede