Read this article in English | Traducción por Rossana Longo-Better

SALIDA — Carolina Suarez Estrada llamó y envió mensajes desesperados a amigos, familiares y a su jefe, preguntando qué hacer.

Estaba en el vestíbulo de una oficina del condado de Chaffee en Salida. Se escondía de los hombres que la seguían en un auto sin distintivos.

Ese mismo día, Suarez había llevado a su pareja a una audiencia judicial por un caso reciente de manejo en estado de ebriedad. Cuando salieron, el auto comenzó a seguirla, indicándole que se detuviera, relató. Asustada, regresó al estacionamiento y corrió hacia el edificio.

Pronto descubriría que los hombres que la seguían eran agentes federales de inmigración.3

Ella no sabía qué hacer. Los agentes estaban afuera.

Sus seres queridos le aseguraron que e

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