El palestino Shadi Abed logró sacar a su familia de la Franja de Gaza y traerla a México; hoy el desafío es que se adapten y superen las secuelas de la guerra.
Yared de la Rosa
"Es un gran amor", expresa sonriente Shadi Abed cuando se le pregunta por México.
Hace tres meses, 18 familiares de Shadi salieron de la Franja de Gaza para huir de una guerra que lleva dos años y acumula más de 60,000 personas muertas.
Llegaron a México con el apoyo de organizaciones y, ahora, su principal reto es reconstruir su vida en un país donde casi todo es distinto al suyo: el idioma, la cultura, las tradiciones.
El proceso de adaptación es difícil, admite Shadi, sobre todo para ocho niños que vivieron de cerca la guerra, las armas y la muerte.
"Todos están en trauma. Tenemos niños afectados por la gue