El 28 de septiembre de 2010, la muerte de Romina Yan a los 36 años conmocionó a toda la Argentina . Esa tarde de primavera, bajo un cielo despejado, la hija de Cris Morena y Gustavo Yankelevich regresaba del gimnasio tras su rutina habitual. En la esquina de Avenida del Libertador y Alvear , en Martínez , el malestar se hizo presente. Un amigo la llevó urgentemente al Hospital Central de San Isidro . Médicos y enfermeros lucharon contra el tiempo; intentaron reanimarla durante 50 minutos . Pero no alcanzó. Días más tarde, la autopsia revelaría un aneurisma como la causa de la tragedia.
¿Por qué tanto dolor, tanta huella? Romina había heredado un apellido famoso, sí, pero logró conquistar a su público y volverse imprescindible por derecho propio. Se había ganado el