La Universidad de Chile atraviesa días de contrastes tras conocerse la decisión de la Conmebol respecto al escandaloso partido suspendido frente a Independiente, válido por los octavos de final de la Copa Sudamericana 2025.

El máximo organismo del fútbol sudamericano resolvió excluir al conjunto argentino del certamen, aplicar fuertes sanciones económicas y disciplinarias a ambos clubes, y permitir que el elenco chileno avance de ronda. Sin embargo, la noticia vino acompañada de un golpe inesperado: la obligación de disputar siete partidos sin la presencia de su público.

El presidente de la U, Michael Clark, expresó públicamente su visión. A través de un comunicado difundido en redes sociales y acompañado de un video institucional, el dirigente reconoció que “se ha hecho justi

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