Javier Lizón | EFE

El luso gana en la icónica cima tras una subida brillante, en la que hace vulnerable al danés, que resiste y mantiene 46 segundos de ventaja 05 sep 2025 . Actualizado a las 20:06 h.

Lo de Vingegaard con el Angliru era un pacto con el diablo. «Tenemos una relación especial», pensaba. Las dos veces anteriores sufrió e hizo sufrir. A la tercera solo le ha quedado encorvarse y sellarse a la rueda de Joao Almeida, exuberante, indestructible. Comenzó a tirar a 6 kilómetros de la meta. En la puerta del infierno. Un abismo aún.

El luso no lo piensa . Es valiente, decidido. Mira hacia arriba. Por detrás solo le sigue el danés, con cara de póquer. Solo pudo dar mus ante la mejor versión del ciclista de Caldas da Rainha. Brillante. Solo el dos veces ganador del Tour pudo se

See Full Page