Maribel Vilaplana ha enviado una carta abierta en la que explica su versión de lo ocurrido el 29-O y el impacto que le han causado las críticas y especulaciones posteriores. Habla de una "presión insoportable" que la convirtió "en una diana utilizada políticamente y alimentada con insinuaciones machistas", situación que, cuenta, derivó en un ingreso hospitalario y en un tratamiento psicológico por estrés postraumático. Su frase de arranque no deja dudas: " Estar allí aquel día fue una maldita coincidencia y un horrible golpe de mala suerte ".
Vilaplana sitúa su llegada al restaurante de València pasadas las 15:00 para una comida profesional con Carlos Mazón con el objetivo de explorar posibles vías de colaboración. Asegura que, en ese encuentro, se barajaron opciones como optar a