El microondas se ha convertido en un electrodoméstico indispensable en la mayoría de los hogares. Su capacidad para calentar y descongelar alimentos en cuestión de segundos lo hace práctico y versátil. Funciona mediante ondas electromagnéticas que hacen vibrar las moléculas de agua, grasa y azúcares presentes en la comida, generando calor de manera uniforme desde el interior hacia afuera.
Además de su uso habitual, este aparato también permite derretir ingredientes como chocolate, manteca o queso, y hasta esterilizar frascos de vidrio y esponjas, siempre que se tomen las precauciones adecuadas. Sin embargo, un truco poco conocido ha comenzado a llamar la atención: añadir una pizca de sal dentro del microondas para mejorar su funcionamiento y prolongar su vida útil.
La sal como alia