La mayoría de los países de América Latina, incluyendo México, persisten en una jornada laboral de 48 horas semanales, a pesar de las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para una reducción del tiempo de trabajo. Este panorama se presenta en contraste con avances significativos en sectores como el empleo público en la región.
El más reciente informe de la OIT “¿Menos horas, más equilibrio?destaca que el tiempo es un recurso finito e irrecuperable, y su distribución entre el trabajo, la vida personal y el descanso impacta profundamente en la salud, la productividad y la cohesión social.
“Los estudios internacionales analizados en el documento señalan que los efectos de la reducción de la jornada laboral en dimensiones como la salud y el bienestar de los t