Van a reclamar por las cláusulas que les impedían ofrecer precios más baratos que los anunciados por el gigante estadounidense, que también se enfrenta a una demanda de la patronal hotelera europea

Competencia impone a Booking una multa histórica de 413 millones por abusar de su posición de dominio

No es habitual que dos asociaciones empresariales de un mismo sector, una de España y otra del conjunto de la Unión Europea, se embarquen en dos demandas colectivas con un contenido similar. Eso es lo que está ocurriendo actualmente en el sector hotelero, en el que, por un lado, la patronal europea, y, por otro, la española, están impulsando sendas acciones colectivas por las cláusulas que, durante varios años, tuvieron que firmar con el gigante de las reservas online Booking. En el caso de España, si nada cambia, se presentará en los próximos meses, según explica el despacho de abogados CCS, que prevé sumar varios miles de hoteles a la demanda que impulsa.

Se trata de un proceso que acumula años a sus espaldas, con derivadas en varios países, donde no solo han entrado los tribunales, también los organismos responsables de Competencia.

En España, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) impuso hace poco más de un año la multa más alta de su historia, 413 millones de euros, al grupo estadounidense al entender que abusaba de una posición de dominio. Consideró que Booking exigía “condiciones comerciales no equitativas a los hoteles” españoles lo que “restringía la competencia de otras agencias de viajes en línea que ofrecen sus mismos servicios”. Una multa que Booking recurrió ante la Audiencia Nacional y que lleva su propio camino.

El problema, las cláusulas de los contratos

En el trasfondo de lo decretado por Competencia, de la demanda colectiva que se está estructurando en España y la que ya se ha presentado en Países Bajos está el concepto de las denominadas “cláusulas de paridad”. “Booking, desde 2004, ha puesto en sus contratos una cláusula por la que los hoteles no pueden vender en sus webs sus habitaciones a un precio inferior” al que pone la plataforma estadounidense. “Tampoco podían ser más baratas en otras agencias [online]”, explica Jaime Concheiro, socio director de CCS. “Eso conseguía que los precios de Booking hayan sido más competitivos”.

“Veníamos advirtiendo a Booking de que algunas cláusulas estaban prohibidas en la legislación europea”, añade a elDiario.es Ramón Estalella, secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat). “No eran solo los precios, es que no podíamos realizar rebajas especiales a clientes habituales, ni tener habitaciones vacías en verano por si había reservas o un congreso. Y, si una empresa quería contratar directamente conmigo, yo no podía fijar el precio, ni permitir un 'late check out', porque se tenía que hacer con Booking”, añade.

Con ese marco, se iniciaron diferentes procedimientos en Europa, de las que derivan las actuales demandas colectivas. “En Alemania, en 2020, se inició un procedimiento sancionador por Competencia; Booking recurrió, llegó al Supremo alemán, que confirmó que las cláusulas eran anticompetitivas y que podían causar un daño a los hoteles”, apunta Jaime Concheiro.

“En Alemania, unos 2.000 hoteles reclamaron cerca de 700 millones de euros más intereses”, apunta. “Eso dio lugar a que Booking demandase, a su vez, en Holanda [donde tiene su sede social en Europa] a unos 50 hoteles alemanes para que un tribunal decidiera si las cláusulas eran válidas. Este tenía dudas y acudió al Tribunal de Justicia de la Unión Europea”.

Y esa es la clave de todo el proceso actual: lo que dijo el TJUE. “Resolvió que las cláusulas eran anticompetitivas, que no es posible el uso de las mismas”, argumenta el socio director de CCS. “Esa sentencia permitió que se puedan poner en marcha reclamaciones de daños”.

En concreto, el TJUE resolvió que las cláusulas de paridad, en sí mismas, no son ilegales, pero en este caso, no eran necesarias. “No existe ninguna relación intrínseca entre la continuidad de la actividad principal de la plataforma de reservas hoteleras [Booking] y la imposición de tales cláusulas”, que “producen de manera evidente efectos restrictivos sensibles”, refleja el Alto Tribunal Europeo. “Dichas cláusulas, además de que pueden reducir la competencia entre las distintas plataformas de reservas hoteleras, entrañan riesgos de expulsión de las pequeñas plataformas y de las plataformas nuevas que se incorporan al mercado”, afirma.

Esas cláusulas ya no están operativas, según aseguran las distintas fuentes consultadas, pero la puerta está abierta para reclamar daños por los últimos años. En España, a partir de 2004, que es cuando Booking comenzó a operar aquí. “Aquí las comisiones de Booking han sido del 17% o del 18%”, indican fuentes del sector hotelero, “mientras, en EEUU, Expedia, por poner un ejemplo, cobra un 7% de comisión”, compara.

La respuesta de Booking

Booking no lo ve como las hoteleras. “La sentencia del TJUE no concluye que las cláusulas de paridad de Booking.com fueran anticompetitivas ni que afectaran a la competencia”, señalan fuentes de la multinacional. “Por tanto, esta resolución no abre la puerta a posibles reclamaciones por daños, y defenderemos ante los Tribunales, si es necesario, que las cláusulas de paridad no tienen un efecto anticompetitivo”, argumentan.

En esa disparidad de criterios llegan las dos demandas colectivas. En Europa, de mano de la patronal Hotrec, en Países Bajos, que dice representar a cerca de 15.000 hoteles de todo el continente, la mayoría de Italia, Alemania, Países Bajos, Grecia y Austria. En España, Cehat ha optado por la Justicia local, porque considera que la jurisdicción mercantil puede ser más rápida. El proceso, según el despacho CCS, puede prolongarse aquí entre cuatro y cinco años, mientras en Países Bajos puede durar más de una década.

Ahora, las empresas hoteleras tienen que decidir si se adhieren a alguno de los dos procedimientos en marcha, si es que quieren entrar en un proceso de litigación. De momento, el despacho CCS prevé sumar varios miles de hoteles, teniendo en cuenta que la patronal Cehat representa a 16.000 asociados. Su previsión es poner en marcha la reclamación en los próximos meses, en diferentes juzgados mercantiles de Illes Balears, Comunitat Valenciana, Canarias o Catalunya, entre otros. También concreta que el despacho de abogados cobrará una comisión del 30% solo en el caso de que gane el procedimiento colectivo.

“Hay que hacer el trabajo previo para calcular los daños”, indica Jaime Concheiro. En el caso de España, aún no se sabe a cuánto ascienden, ni cuántos hoteles se sumarán a la demanda, ni por cuánto reclamarán, aunque las fuentes consultadas señalan que pueden ser “cientos de millones de euros”. “Hay que tener en cuenta que hay hoteles pequeños, cadenas, empresas que trabajan con touroperadores. Unos trabajaban mucho con Booking y otros, no”. Es decir, las hoteleras tendrán que demostrar el daño real motivado por esas cláusulas, a través de un peritaje.

Booking, un aliado

Pese a estas demandas colectivas, las hoteleras aseguran que no tienen nada contra Booking ni su negocio. Al contrario, es un operador que necesitan. “No queremos que multen a Booking, queremos que se resarza el daño”, afirma Ramón Estalella. “Booking es una herramienta fundamental para los hoteles. Ha hecho cosas muy positivas. Seguimos trabajando con ellos. Han quitado cláusulas, han estudiado los contratos y se han adaptado a la legislación europea”, recalca.

“Hemos optado por lo más sensato, que decida un tercero, que vea las posibles compensaciones. Nosotros queremos un mercado con mucha oferta y mucha demanda. Lo que es bueno para el consumidor es bueno para todos. No queremos un monopolio digital”, añade el secretario general de Cehat.

“Los hoteleros necesitan a Booking y Booking, a los hoteleros, pero ha ganado mucho dinero a costa del sector”, concluye el socio del despacho CCS.