Un día de playa como otro cualquiera acabó abriendo los informativos estadounidenses, después de que "dos niños casi fueran enterrados vivos " en California. Los dos menores estaban cavando un enorme hoyo en la orilla, cuando, en un momento dado, una ola llegó e hizo hundirse esa parte de la playa.
Así, los menores quedaron atrapados en el hoyo, con el agua hasta el cuello , y atenazados por una arena convertida en argamasa por el agua. Por mucho que hiciesen, no eran capaces de salir a la superficie. Pese a los nervios, sus familiares y los allí presentes corrieron a ayudar y, una vez se retiró la marea, cavaron hasta conseguir que, por suerte, todo quedase en un susto.
No es la primera ni la segunda escena dramática de este tipo en las mismas playas californianas. En 2011, un chava