El acto de Gorraiz estuvo lejos de los anuncios que en otros tiempos marcaban la agenda política de Navarra. La apelación al “nuevo ciclo” y el diagnóstico de una Comunidad Foral en decadencia sirvieron para cohesionar a la militancia, pero no aportaron propuestas nuevas. El mensaje de fondo fue claro: Navarra se hunde y solo UPN puede rescatarla. Una fórmula que, aunque eficaz para poner en pie a los suyos, difícilmente oculta la falta de novedades en una formación que aún busca recuperar la centralidad política perdida tras sus propios escándalos del pasado.

UPN abrió este viernes su curso político en un acto celebrado en el Hotel Castillo de Gorraiz que, más allá de la puesta en escena, sirvió a su presidenta, Cristina Ibarrola , para dibujar una Navarra en crisis y

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