El vaciadero a cielo abierto, que está ubicado a metros del centro de la ciudad capital no cuenta ni siquiera con maquinaria pesada: no hay retroexcavadora ni topadora para realizar el trabajo básico de enterramiento. Esto provoca que la basura se acumule a cielo abierto, favoreciendo la proliferación de focos de contaminación y escenas dantescas como la de los ataúdes arrojados sin ningún tipo de control.

Además, no se trata de la primera vez que aparecen ataúdes en el vaciadero municipal: vecinos recuerdan episodios anteriores en los que también se denunciaron restos de féretros tirados en el predio, sin que desde el Municipio se ofrecieran explicaciones claras ni se tomaran medidas para evitar que se repitiera.

El panorama se agrava tras el incendio ocurrido hace apenas cuatro días en

See Full Page