Viajar en avión es para muchos una gran experiencia y la mejor forma de disfrutar de sus vacaciones de una buena forma y, si no se trata de un viaje largo, la mejor opción es llevar un equipaje de mano que no complique la vida y que, además, no genere costos adicionales.

Sin embargo, en muchas ocasiones los “dolores de cabeza” se dan en el paso por los controles del aeropuerto, pues no siempre se tiene el conocimiento de qué está permitido y qué no cuando la maleta va a ir en la cabina del avión.

Por esto es probable que se empaquen frascos de champú, cremas de manos o perfumes en un tamaño normal, pero esta decisión puede ocasionar contratiempos, pues en las terminales aéreas los agentes de seguridad no permiten pasar líquidos en botellas que superen los 100 mililitros. Aquí la orden

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