Mario Luis Fuentes

La seguridad alimentaria se ha convertido en uno de los principales indicadores de la desigualdad global. El más reciente informe sobre el Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo 2025, publicado por la FAO, confirma el hecho de que los efectos de la pandemia siguen vigentes, golpeando sobre todo a las naciones y familias más pobres. La recuperación en el acceso a una alimentación nutritiva y de calidad avanza con una lentitud que contrasta con la urgencia vital que supone la comida. Millones de personas han logrado mantener una ingesta mínima, pero sin recuperar la diversidad ni el equilibrio nutricional indispensables para una vida digna y saludable.

A ello se suma otro fenómeno que la FAO y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) han puesto en el centro del d

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