AUNQUE LOS datos del Instituto Nacional de Estadística confirman el descenso de los nacimientos en España, una tónica que se repite desde hace tiempo y de la que ni Aragón ni Huesca quedan exentos, no es motivo para que no sorprenda la cifra del primer semestre del año en nuestra provincia, 710 nacimientos.

Si a eso se suma que las defunciones en este mismo periodo fueron, según las series que publica mensualmente el INE , 1.178, la cuenta no falla. Entre enero y junio, la población ha decaído en 468 personas.

Esta tendencia, en una provincia que pertenece a la llamada España Vaciada, es una de las caras de la moneda, ya que, por otra parte, y gracias a la inmigración y a personas de otros lugares que eligen esta tierra para asentarse, el padrón sigue creciendo.

Frente al descenso de la

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