El fallo de la Conmebol respecto a la serie entre Universidad de Chile e Independiente generó reacciones inmediatas. El organismo con sede en Paraguay determinó que el conjunto azul avance a los cuartos de final de la Copa Sudamericana, donde se medirá ante Alianza Lima. Pero la resolución no se limitó al plano deportivo: tanto la U como el Rojo recibieron castigos severos en materia de asistencia de público.

El cuadro laico deberá disputar siete partidos como local a puertas cerradas, además de otros siete encuentros como visitante sin la presencia de su hinchada. Una sanción idéntica recayó sobre Independiente. La medida refleja la dureza con que el ente rector continental evaluó los incidentes ocurridos en Avellaneda, donde el duelo de vuelta debió ser suspendido por falta de garantías

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