En una nueva etapa de la política de mano dura que llevó a la virtual erradicación de las pandillas en uno de los países más violentos de la región, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele , puso a una militar al frente del estratégico ministerio de Educación.
El nombramiento de la capitana Karla Trigueros sorprendió a los sindicatos docentes y a analistas que ven en esta designación un intento de “poner orden” y disciplina en un área que ha sufrido un deterioro visible en los últimos años y hasta el riesgo de una “militarización” del sistema educativo.
“El deterioro de la educación se había vuelto un tema de discusión nacional y el propio Bukele reconoció que no había cumplido la meta prometida de mejorar la infraestructura educativa. El nombramiento de una militar probablemente