Para subirse a un barco como científico se necesitan permisos, acreditaciones y hasta pruebas de supervivencia en el mar. No todos califican. A Pablo Penchaszadeh, director del Laboratorio de Ecosistemas Marinos del Museo Argentino de Ciencias Naturales (Conicet), le sobraban las credenciales para abordar el buque Schmidt Ocean y explorar el fondo del Mar Argentino. Pero a sus 81 años , no tenía la autorización médica para realizar los exámenes físicos.

A veces, las grandes historias empiezan con un mínimo detalle. En este caso, con una letra chica que encontró Daniel Lauretta , jefe de la expedición. El Schmidt Ocean Institute contemplaba la posibilidad de embarcar a un artista , como parte del programa Artist-at-Sea.

La postulación fue sencilla; un dossier , algunas fotos, u

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