Por: Redacción política EJE 21
Bogotá, 6 de septiembre de 2026. El jueves, el Tribunal Constitucional de Colombia marcó un antes y un después en la vida cultural del país al ratificar la ley que prohíbe las corridas de toros, el rejoneo, las novilladas y hasta las peleas de gallos. La decisión, tomada por unanimidad, va mucho más allá de una cuestión jurídica: es un golpe directo a tradiciones históricas, a la economía de varias ciudades y a la manera como Colombia entiende la relación entre cultura y política.
Manizales es quizá el mejor ejemplo de ese choque. La Feria, orgullo de la ciudad y motor económico de cada enero, gira en buena parte alrededor de la plaza de toros y de la tradicional cabalgata. Con la nueva ley, ambas actividades tienen los días contados. Esto no solo obliga