En México hay apenas 1.7 camas de hospital por cada mil habitantes y 2.5 médicos especialistas por cada mil personas. Ese déficit explica, en buena medida, por qué un paciente como mi papá tuvo que esperar un año para ser operado por un cardiólogo especialista.

Siga cuidadosamente la siguiente receta, propia del sistema de salud mexicano, para experimentar lo que debería ser una atención médica de emergencia.

Tome a un paciente que sufre un infarto cerebral. Llévelo de inmediato a las instalaciones de su seguridad social, preferentemente en un día feriado, para añadirle 24 horas de espera antes de recibir atención.

En urgencias no encontrará suficiente personal y, mientras tanto, lo mantendrán canalizado únicamente a un suero, sin diagnóstico claro.

Déjelo reposar. Al segundo día, ya c

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