En un país tan vasto y diverso como Estados Unidos, los parques nacionales son mucho más que reservas naturales: se han convertido en símbolos de identidad, refugios de historia y escenarios que atraen a millones de visitantes cada año.
Desde el imponente Gran Cañón hasta los bosques brumosos de Great Smoky Mountains, cada rincón cuenta una historia distinta que conecta con la memoria colectiva y con la necesidad urgente de cuidar lo que queda intacto.
Yellowstone, creado en 1872, no solo fue el primer parque nacional de Estados Unidos, sino del mundo. Sus géiseres y paisajes volcánicos siguen sorprendiendo a quienes llegan con la expectativa de ver de cerca a la naturaleza en su estado más puro.
Allí, osos, bisontes y lobos conviven en un ecosistema que se convirtió en inspiración