En la cancha y en la vida de un club, hay figuras que trascienden el rol que ocupan. Germán Lambrisca es, sin lugar a dudas, una de ellas en el Club Argentino de Junín. Un hombre que se convirtió en sinónimo de la institución, que vivió cada triunfo y cada revés desde dentro, asumió una vez más la presidencia, en lo que se siente como un regreso a casa para la familia del «Turco».

En una extensa entrevista que se convirtió en una radiografía del presente y futuro del club, Lambrisca no se limitó a hablar de básquet, sino que abordó los desafíos institucionales, los sueños postergados y el inquebrantable espíritu de lucha que define a Argentino. Su retorno a la cara más visible, tras reemplazar a Joaquín Marcasio, marca el inicio de una etapa que si bien está cargada de responsabilidad, se

See Full Page