Con el final de las vacaciones llega también la necesidad de volver a los horarios habituales. Después de varias semanas con rutinas más flexibles, muchas personas se enfrentan a la dificultad de acostarse y levantarse a horas fijas , lo que puede afectar al rendimiento laboral y académico, así como al estado de ánimo.
Adaptación progresiva
Los especialistas en descanso aconsejan realizar el reajuste de manera progresiva, adelantando la hora de acostarse y levantarse entre 15 y 30 minutos cada día hasta alcanzar el horario deseado . Este método permite que el cuerpo se adapte sin provocar una sensación brusca de cansancio.
Hábitos que ayudan
Además de la regularidad, existen rutinas que favorecen la calidad del sueño: reducir el uso de pantallas antes de acostarse, evitar las c