En el mundo, más de mil millones de personas padecen de un trastorno mental, alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS). La ansiedad y la depresión se mantienen como los principales males tanto en países ricos como de bajos ingresos. Afecta a todas las edades y niveles de ingreso, y su impacto económico por pérdida de productividad ya alcanza el billón de dólares cada año.

En contraste, el gasto en salud mental se mantiene bajo, con apenas 2 por ciento del presupuesto total en salud de los países miembro sde la organización, proporción que no ha variado desde 2017.

Las diferencias entre países, señala, son evidentes, pues mientras que los de ingresos altos gastan 65 dólares por persona en salud mental, los de ingresos bajos destinan a ello apenas 0.04 dólares.

A ello se suma que e

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