Donald Trump ha lanzado una estrategia de recaudación de fondos que mezcla política, fe y narrativa personal en una fórmula inédita. A través de correos electrónicos con asuntos como “Quiero ir al cielo”, solicita a sus simpatizantes una contribución de 15 dólares en lo que denomina un “IMPULSO DE RECAUDACIÓN”. Pero más allá del dinero, el mensaje apunta a algo más profundo: una misión espiritual.
La campaña transforma sus desafíos políticos y judiciales en pruebas divinas. Episodios como el intento de asesinato en Butler son presentados como señales de que su vida tiene un propósito superior. “Dios me salvó para hacer a América grande nuevamente”, afirma en uno de los mensajes, reforzando la idea de que cada obstáculo forma parte de un plan celestial.
Trump no es ajeno al uso del len