Las sirenas de camiones de bomberos de Culiacán, Sinaloa, se transformaron en llanto. Compañeros, familiares, médicos, la sociedad civil salió a calles a despedir a Julio César Murillo López, el bombero voluntario asesinado el pasado jueves por un grupo armado cuando comía en un restaurante de mariscos.
El cortejo fúnebre recorrió las calles de la capital sinaloense hasta llegar al segundo hogar de Julio César, la Central de Bomberos, donde el comandante Efraín Araujo Azueta dio el pésame a los familiares y pidió a sus compañeros no bajar la guardia para prestar servicio a la gente.
Bomberos usarán chalecos antibalas en Culiacán
Luego de esta trágica situación, se dio a conocer que los bomberos usarán chalecos antibalas al acudir a atender emergencias durante turnos nocturnos, de acuerd