Los juegos de mesa como herramienta de aprendizaje, como mecanismo para trabajar la disciplina y como alternativa a las pantallas. Esta es la aspiración de docentes como Jordi Hernández, un profesor de educación física que desde hace más de un lustro organiza actividades extraescolares en su instituto en las que las cartas y otros juegos de mesa son los protagonistas.
“Cuando juego, trabajo”, resume Hernández, docente en un centro de alta complejidad de Tarragona desde hace una década. Porque además de impartir la materia deportiva, este profesor es el responsable del proyecto Ludoforta de su instituto (Torreforta).
Apasionado de los juegos de mesa, empezó a introducirlos hace seis años en el centro educativo en el que trabaja como una alternativa a la “invasión” de los teléfonos móviles