Cada año, Portugalete muestra su mejor cara el sábado más cercano al 8 de septiembre con motivo de la celebración de la fiesta de San Nikolas . Esta celebración está cargada de tradición en la noble villa jarrillera ya que une a cuadrillas de tres generaciones de portugalujos y portugalujas. Ayer no fue, ni mucho menos una excepción y el paseo de La Canilla se llenó de centenares de personas que buscaron reunirse con sus familiares y amigos para gozar de una fiesta sin igual en Portugalete. De hecho, la zona central de La Canilla, la ubicada entre las inmediaciones del ayuntamiento y la explanada de Rialia, se quedó pequeña y hubo cuadrillas que acamparon más adelante, hasta llegar a hacerlo casi en la muga de Portugalete con Sestao junto al cauce de la ría.
La fiesta dio comien