El mundo ha orbitado esta semana sobre China , quizás en un anticipo de lo que está por venir. Primero sobre Tianjin, donde Rusia , India y la propia China escenificaron un frente común para resistir los dictados de Washington e impulsar el orden mundial alternativo que persiguen; y después, sobre Beijing, donde una corte de autócratas acompañó a Xi Jinping para celebrar con un desfile militar el 80 aniversario de la victoria china sobre Japón en la Segunda Guerra Mundial y reivindicar su papel como garante de las instituciones internacionales creadas tras la contienda. “La humanidad se enfrenta hoy de nuevo a un dilema crítico: paz o guerra” , dijo Xi durante la parada militar, donde estuvo flanqueado por el autócrata ruso Vladímir Putin y el dictador norcoreano, Kim Jo
China quiere un mundo nuevo, Trump y Europa se lo está facilitando

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