Sí, septiembre acaba de arrancar, pero ya está en plena ebullición. Uno de los momentos más esperados en Mónaco es, sin duda, su tradicional picnic anual, un encuentro que reúne a la familia Grimaldi en un ambiente distendido y rodeado de sus ciudadanos. Y como cada año, todas las miradas se posan en el estilismo de Charlène de Mónaco, que esta vez ha vuelto a dejar claro que su elegancia se encuentra a la altura del recuerdo imborrable de Grace Kelly.

eligió para la ocasión un vestido blanco de encaje bordado que podría definirse como la quintaesencia de la sofisticación. El diseño, de largo midi, cuenta con un cuello redondo cerrado que refuerza su aire sobrio, mientras que las mangas transparentes aportan ligereza y un contraste delicado frente al cuerpo forrado. El bordado flo

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