La neuroarquitectura es, básicamente, la aplicación de conceptos de la neurociencia al campo de la arquitectura, con el objetivo de establecer los aspectos que son importantes a la hora de diseñar los lugares que habitamos para favorecer nuestro bienestar. Aunque intuitivamente la creación de espacios que influyan en nuestro estado de ánimo siempre ha sido una de las bases de la arquitectura, la neuroarquitectura como tal no surge hasta mediados del siglo XX, cuando el biólogo Jonas Salk y el arquitecto Louis Kahn fundan el Instituto Salk. Kahn diseñó este complejo con la finalidad de que los espacios avivasen creatividad de los científicos allí presentes. Precisamente décadas más tarde, en 1998, dos neurocientíficos del Instituto, Fred H. Gage y Peter Eriksson, descubrieron que el cerebro
Creación de espacios placenteros

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