Hace varios años, escribí una fábula: “La Fábula del Pocito”. Inspirada en mi querida abuelita Romelia Barroeta, quien vivía en un campo de Trujillo, Venezuela, llamado: Los Barriales.
Voy a contarla:
…Hace muchos, pero muchos años, vivía en un campo trujillano, detrás de la Peña de la Virgen, una viejecita, íngrima y sola en su humilde casita campesina, que colindaba con un espeso bosque.
Para obtener el agua para su consumo; todas las mañanas, la viejecita, tenía que internarse en el bosque, hasta llegar hasta un pequeño pocito, que la vegetación, la humedad, el rocío, y un pequeñísimo naciente, habían formado al pie de un frondoso árbol.
Con la cáscara, de media totuma en su mano, la viejecita llenaba cuidadosamente una vasija de barro; hacia un rodete de trapo, y se colocaba la