Javier Bonan lleva 25 años como sacerdote y 18 en Bariloche . Es oriundo de Santa Fe, pero tiempo atrás pidió el traslado al sur para estar en contacto con las montañas y salir a caminar. En 2007 fue asignado a la parroquia Nuestra Señora de las Nieves, en el barrio de Melipal, ubicada a solo 400 metros de la picada del cerro Otto. Toda una señal.
Desde entonces, no paró. Subió varias montañas de la región, como el Villegas, el Bella Vista, Goye, Ventana, Pontoneros, Challhuaco, Blanco, Ñireco, el Pico Argentino en Tronador -en varias ocasiones- y, hasta el Pico Internacional. Incursionó en escalada en las torres del Frey y en el esquí de travesía en el cerro López, incluso en el Lanín.
«Los deportes de montaña me conectan con la presencia de Dios. Allá arriba siento que es más fuert