BUENOS AIRES (AP) — La gestión del presidente ultraderechista argentino Javier Milei se somete este domingo a una prueba de fuego en la provincia de Buenos Aires, un distrito gobernado por la oposición peronista que congrega al 37% del padrón nacional de electores y que elige legisladores y consejeros municipales.

La incertidumbre en los mercados y una disputa política en el interior del gobierno, desatada por denuncias de corrupción, definen el contexto de tensión con el que se desarrollan los comicios. También el enfrentamiento de Milei con el gobernador de la provincia, el peronista Axel Kicillof, quien decidió separar este proceso del que tendrá lugar en octubre próximo, cuando se renueve el Congreso Nacional.

Fue el propio mandatario quien calificó de “crucial” la votación en la provincia de Buenos Aires, la más grande del país, al presentarla como la oportunidad de sepultar a su principal enemigo político: el “kirchnerismo”, el peronismo de centroizquierda que lo antecedió en el poder y gobierna ese distrito.

Un triunfo le permitirá al mandatario encarar con optimismo las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre que definirán el mapa del Congreso hasta el final de su mandato en 2027, justo en momentos en que la aprobación de su gestión viene en baja por el deterioro de variables económicas y denuncias de corrupción.

Pero una derrota podría herir su proyecto político y empoderar a una oposición peronista dividida y en crisis de liderazgo tras la detención domiciliaria de la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015) por corrupción.

“Estas elecciones se tratan de liberar a la provincia de la tiranía kirchnerista y sus amigos del poder. Estas elecciones se tratan ni más ni menos que de cerrarle el kiosco al kirchnerismo”, arengó Milei a sus partidarios el pasado miércoles en el cierre de campaña.

Unos 14 millones de bonaerenses están habilitados para elegir 46 diputados y 23 senadores provinciales, la mitad de cada cámara. También se votarán concejales municipales y escolares.

A media mañana, después de emitir su voto, Kicillof destacó la importancia de la elección en un diálogo con periodistas. “En las urnas se expresan preferencias, vocación, futuro. El gobierno (nacional) tiene que estar atento y escuchar, y nosotros siendo oficialismo (en la provincia) también tenemos que escuchar a las urnas”, dijo el mandatario bonaerense.

Milei encara la prueba electoral con un escenario económico complejo y escándalos por supuesta corrupción que vienen azotando a su gobierno desde los primeros meses de este año. Primero por la promoción de la criptomoneda $LIBRA en las redes sociales del mandatario que derivó en una investigación por presunta estafa a inversores y luego sospechas de pago de sobornos para la compra de medicamentos para discapacitados.

Milei negó las acusaciones y responsabilizó al kirchnerismo de montar una operación en su contra justo en la antesala a las elecciones bonaerenses.

El plan “motosierra” de Milei, que incluyó recortes a los subsidios a la energía y al transporte, despidos de miles de empleados públicos, suspensión de proyectos de infraestructura pública y congelamientos de salarios y pensiones, logró con éxito contener la inflación, pero no materializó la ansiada reactivación de la economía.

En las últimas semanas se han multiplicado los reportes de cierres de fábricas y despidos de trabajadores privados por la caída del consumo y la apertura de importaciones. La desocupación se ubicó en 7,9% en el primer trimestre de este año desde el 6,4% con el que cerró el año anterior.

Una seguidilla de derrotas en el Congreso, en el que el partido gobernante la Libertad Avanza es minoría, se coronó esta semana con el rechazo en el Senado por primera vez en 22 años a un veto presidencial que frenó un aumento en las prestaciones para discapacitados, poniendo en jaque la capacidad negociadora del gobierno con sectores más moderados de la oposición.

En un escenario de incertidumbre, el gobierno se vio obligado en vísperas de la elección bonaerense a intervenir en el mercado de cambios ante un aumento en la cotización del dólar, mientras las acciones argentinas se han desplomado y el riesgo país se disparó.